domingo, 21 de enero de 2018

Juan Muñoz

Juan Muñoz es un artista que conozco de hace tiempo y siempre me ha fascinado el aura misteriosa de su obra, en torno al silencio, el espacio, y las Raincoat Drawings sobre todo.

















Two Figures one laughing at one hanging [Dos figuras, 

una riéndose de una que cuelga] (2000). 
Resina de poliéster, pigmento natural, lienzo, cable de acero.
El que ríe, 115 x 50 x 55 cm.; el que cuelga, 60 x 140 x 65 cm. 








Juan Munoz, Raincoat Drawing, 1989 chalk on canvas 45 1/2 x 37 3/4 inches

















Las figuras escultóricas se desdoblan, juegan entre sí, conversan, ríen, se cuelgan del techo desde la boca o se deslizan por el suelo riéndose, se sitúan en dualidad frente al espejo, en el que inevitablemente también nos introducimos nosotros. Sobre un denso fondo negro, las pinturas y el grabado representan escenas interiores en las que habita la ausencia, con muebles, sin nadie, espacios vacíos que destilan el murmullo de la soledad.

La misma idea y estética es lo que me interesa, el silencio, lo siniestro, la soledad y el aislamiento, enanos y seres diferentes, reflejos, son diferentes temas presentes en su obra.

Así partiendo de la habitación, y pasando por la obra de Juan Muñoz, acabo por redireccionar la linea de interés, mas que por la habitación en si, por lo siniestro, y ese aura oscura a la que acabo remitiendo todo lo que hago.




Aunque el acercamiento es un poco estúpido, dado que no conseguí juntar ambos términos de habitación  y siniestro. Quería volver a utilizar el color rojo como símbolo, pero no creo que funcione. La pequeña prueba ( 13,8 x 13,8 cm) partía de la idea de combinar algo tan inocente como la habitación de una niña con algo tan opuesto como un cuchillo guardado en su mesilla. Pero al segundo lo he descartado pues no creo que funcione de ninguna manera.




























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