lunes, 19 de marzo de 2018

Gabriel Orozco

He leído estas lineas en una de las últimas publicaciones del blog Derivas Ubanas y he de decir que estoy eternamente enamorada de dicho fragmento de texto, y que ademas realmente no sabría que añadir pues, estoy totalmente de acuerdo.

"La fotografía mata, diseca. Aparenta poesía es casi cine, casi pintura. Es medicina. Suero. La peor de las ilusiones, legitimada por nuestra ceguera y nuestra ansia posesiva. La fotografía no es un arte. Es un arte caminar y saber ver lo que sucede. vemos lo que sucede, no las fotos (...) Caminar y observar: la fotografía es solo el registro de ese arte, el arte de la presencia. Caminar, ver y presentarse. Esa cosa se nos presenta y nosotros la podemos ver. Eso es un arte. La foto lo registra (siempre mal). El arte de estar ahí y percibir lo que sucede. El arte de descubrir. El arte de esperar que las cosas se revelen. De esperar que el tiempo se detenga."  

Materia Escrita p. 49

De alguna forma me parece que el arte surge en uno mismo, en un momento de epifanía o catarsis,  o como dice Orozco, cuando caminas y eres capaz de ver que sucede, ahí es cuando creo que sucede el arte. En uno mismo. En algo minúsculo e íntimo. Aunque entiendo que no todas las obras puedan llegar a todo el mundo, si llega a una sola persona y produce algo en alguien entonces merece la pena y habrá cumplido su función. 

Además me han fascinado también las imágenes de Man Ray de la misma publicación, porque es una forma de traducir lo que sucede cuando se produce una reacción de emoción en nosotros al contemplar un paisaje, cuando nos fijamos en un detalle, cuando de todo el complejo, aislamos y descontextualizamos un pequeño espacio porque nos fascina y observamos en ello una fuerza visual que no tiene el paisaje en su conjunto. Me parece brillante 


Man Ray Terrain Vague, (original y recortada) 1929 

Fuente: http://derivasurbanasintervenciones.blogspot.com.es/2018/03/no-hay-nada-mas-vasto-que-las-cosas.html

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